Una versión de esta reseña se publicó en el servicio impreso 63/14
A Oscar Wilde (1854-1900) se le presenta muchas veces como el enfant terrible de la literatura inglesa. Pero su frívola incorrección necesita ser contrastada con dos de sus obras más serias: el poema Balada de la cárcel de Reading y la larga carta De profundis. “Llegar a ser un hombre más profundo es privilegio de los que han sufrido”, escribe en una de ellas.
La seriedad profunda que muestra en esas dos obras, auténticos monumentos al dolor, choca con la ligereza de muchas de las máximas recogidas en Oscariana, primera edición en castellano de esta selección de aforismos realizada por su mujer Constance y publicada en 1895.
Pero es que estos aforismos tienen mucho de inten…
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