Anagrama. Barcelona (2002). 300 págs. 16 €. Traducción: Isabel Núñez.
Esta reciente recopilación de relatos de la escritora Patricia Highsmith (1921-1995), que no habían sido publicados en castellano, demuestra que no sólo fue una autora de novelas de suspense sino que también se dedicó con idéntica calidad a narrar historias alejadas del mundo del crimen.
A primera vista, puede parecer que se trata de relatos inconexos, pero una lectura detenida permite descubrir algunos elementos comunes a todos ellos. Lo primero que habría que destacar son los protagonistas: personajes alcohólicos, solterones, nuevos ricos e hipócritas que en vano buscan solucionar sus vidas, pero en los que resalta a veces un guiño de bondad que los rescata del anonimato de las grandes ciudades. Highsmith posee una escritura atractiva, correcta y rápida, con ligeros detalles de lirismo que hacen muy recomendable su lectura, tanto para aquellos que no conocen de cerca su obra como para aquellos otros que son unos apasionados de sus novelas sobre crímenes.
Josemaría Carabante
