BAC. Madrid (1997). 1.112 págs. 5.900 ptas.
El centenario del nacimiento de Pablo VI sirve de motivo para publicar este exhaustivo estudio sobre la Iglesia española durante el pontificado de Pablo VI. Vicente Cárcel Ortí, que lleva treinta años viviendo en Roma, con acceso a los ricos archivos vaticanos, refleja los apasionantes años del Vaticano II, del postconcilio y de la transición política española.
Pasan por estas páginas desde las complejas relaciones Iglesia-Estado hasta la vida interna de la propia Iglesia. Trata con especial lucidez la Asamblea Conjunta de obispos y sacerdotes de 1971, de la que ofrece abundante documentación. Es una visión mucho más completa que la que se da, por ejemplo, en las Confesiones que se han publicado del cardenal Tarancón. A lo largo del libro queda al descubierto la grave crisis por la que pasó la Iglesia española en esos años, crisis sufrida también en otros países, aunque en España se añadió la especial situación política. Interesante resulta la parte dedicada al amor de Pablo VI a España. En ella desmonta algunos de los tópicos sobre su enemistad con España y los españoles, que todavía se reiteran en algunos ambientes.
Otro aspecto importante que constata el libro es la progresiva separación de la Iglesia española con respecto al régimen franquista. Esto permitió que, al morir Franco y comenzar el proceso de transición a la democracia, la Iglesia pudiera tener una gran independencia y libertad. Es digno de reseñar también el breve estudio que se hace sobre el Opus Dei, situándolo en su contexto eclesial.
Con el paso del tiempo se ha ido desdibujando el importante papel que la Iglesia representó en la transición al no apoyar a ninguna fuerza política concreta y al abandonar las posiciones de privilegio que había mantenido. Esto evitó, por primera vez en la historia contemporánea de España, un enfrentamiento por motivos religiosos. Algunos han criticado esta postura tachándola de ser la causa de la descristianización de España… Quizá vengan a cuento las recientes palabras pronunciadas en España por el cardenal Ratzinger: «Las constelaciones culturales son cambiantes, y el constatarlo no implica pesimismo, sino que quizá con ello la Iglesia se separe de una cultura con la que ha sido excesivamente identificada y retorne a sí misma para adquirir una nueva pureza y una nueva fuerza, que la permita entrar en nuevas culturas; un tiempo de cierto retiro viene bien, y no es un factor negativo».
En definitiva, por los planteamientos que realiza y la cantidad de documentos que reúne, este es un libro de obligada consulta y cita para los especialistas y, en cualquier caso, constituye una referencia segura para quien quiera conocer la situación de la Iglesia en España en aquellos años.
Donato Barba Prieto