Editorial José de Olañeta (1998). 156 págs. 1.950 ptas. Traducción: Francesc Gutiérrez.
El título Para acabar con la Edad Media es toda una declaración de principios: terminar con la visión vergonzante y oscurantista que el gran público tiene de este periodo de la historia de Occidente. Esta imagen es tributaria del pensamiento ilustrado, que realizó un duro enjuiciamiento de los siglos medievales partiendo de postulados racionalistas. Régine Pernoud (1909-1998) ha sido una consagrada medievalista que ha dedicado toda su vida a la investigación con fuentes originales con el resultado de una extensa bibliografía.
Con la fina ironía patente en todas sus obras, Pernoud hace saltar por los aires muchos de los tópicos sobre el mundo medieval. Revisa la producción literaria de la época, sus logros artísticos, el papel de la mujer, los códigos de honor y los rituales sociales, así como la imbricación entre el poder temporal y el espiritual. Haciendo gala de unos profundos conocimientos y de un excelente sentido del humor, la autora se enfrenta sin complejos a las numerosas leyendas negras que jalonan el Medievo. Su relato está salpicado de sabrosas anécdotas y no evita temas polémicos, como el papel de la Inquisición o el proceso a los Templarios.
La agilidad de la redacción y la habilidad de Pernoud para poner en solfa el supuesto oscurantismo de los denostados siglos medievales, hacen que este ensayo se lea con gusto por todo tipo de público interesado por la época -o simplemente por la verdad histórica-. Sin embargo, el libro, cuya edición original es de hace más de veinte años, no puede hacer mención de la bibliografía más reciente sobre el tema, como el excelente trabajo de Jacques Heers, La invención de la Edad Media (cfr. servicio 148/95).
Margarita Sánchez