La prensa económica constituye, a través de sus reconocibles páginas salmón, uno de los medios especializados más influyentes. Y es, precisamente, el objetivo y las consecuencias del ejercicio de esa influencia, aquello de lo que pretende alertarnos este libro. Su autor, Yago Álvarez Barba, es coordinador de la sección de economía del medio cooperativista El Salto, una iniciativa que pretende dar voz a visiones alternativas de la economía, en concreto la anticapitalista, como respuesta a la hegemonía del pensamiento y las políticas neoliberales que, a su juicio, representa y defiende la prensa salmón.
El libro comienza exponiendo el origen y el desarrollo de los medios de información económica españoles. Este recorrido se describe en clave de lucha ideológica y cultural en la que los postulados económicos ganadores han sido los liberales. Mediante ejemplos extraídos de los propios medios, muestra las narrativas dominantes que los convierten en actores políticos con intereses concretos. A esto contribuyen, por un lado, sus principales fuentes de información, que son determinadas agencias, lobbies y think tanks, y, por otro, la financiación a la que han tenido que recurrir para afrontar la fuerte caída de ingresos de su negocio tradicional. Esto se deja sentir en la imposición de líneas editoriales en defensa de determinadas políticas y en insistentes críticas a otras alternativas, así como en “estrategias simbióticas” entre medios y empresas en forma de contenidos patrocinados, publirreportajes y organización de eventos.
Con lo expuesto, el lector interesado podrá hacerse una idea del contenido que se va a encontrar. Una aproximación crítica, siempre recomendable, para valorar y ponderar la información que nos llega, venga de donde venga, máxime cuando nos encontramos en la era de la posverdad, la superficialidad en el análisis de problemas, la demagogia en la proposición de soluciones y el recurso a la manipulación o a la mentira. El tono y los términos a los que recurre el autor son duros, ya que no tiene reparo en acusar a la prensa salmón de generar desinformación y ser la más ideologizada. Álvarez Barba es claro y honesto, ya que su modelo social y las políticas públicas que defiende son diametralmente opuestas. Pero no se puede obviar que quienes las proponen incurren en lo mismo que denuncian. A esto cabría añadir que allí donde se han puesto en práctica, los resultados obtenidos no solo no han alcanzado los fines deseados, sino que en no pocos casos ha empeorado la situación, además de mostrarse insostenibles en el tiempo.
Ahora bien, teniendo todo esto en cuenta, las herramientas, sugerencias y recomendaciones que, en forma de preguntas, aparecen en el último capítulo, ayudan a analizar bien una noticia en cuanto a credibilidad, solvencia e intención. También aporta dos buenas reflexiones y consejos: que informarse de verdad y a fondo requiere esfuerzo, y que en la actualidad es imprescindible procurarse, al menos, una formación económico-financiera básica. Por ello, a pesar de tener un planteamiento de fondo cuestionable, la lectura merece la pena.
