Taurus. Madrid (1999). 171 págs. 1.900 ptas.
Esta filósofa francesa, profesora en la École des Hautes Études en Sciences Sociales de París, realiza una reflexión filosófica sobre la dualidad sexual humana y sus consecuencias en la política y en la democracia actual. Para Agacinski, es obvio que la naturaleza humana no admite un tercer sexo. Con este planteamiento inicial aborda la metafísica acerca de lo femenino para concluir con la propuesta política de la paridad en el reparto del poder y, más concretamente, la paridad de las candidaturas. Frente a la tendencia universalista que ha querido neutralizar la diferencia entre los sexos en provecho de la universalidad del sujeto, hoy se trata de actuar al revés: politizar la diferencia, traducir políticamente el valor de esa diferencia. Pero, además, la autora se enfrenta a cuestiones de más honda envergadura tales como los binomios libertad-fecundidad o identidad-homosexualidad. Son interesantes sus interpretaciones sobre lo femenino en Platón frente a Artistóteles, Freud o incluso su crítica al feminismo androcéntrico de Simone de Beauvoir. En definitiva, un ensayo que aporta profundidad a una cuestión que suele trivializarse fácilmente.
Mercedes Tauler