Autor prolífico de best-sellers de religión, Messori, nacido en 1941, descubrió la fe con veintitrés años. En este libro denso y abigarrado asume varias tareas: explicar intelectual y biográficamente lo sobrenatural de su conversión, justificar la autoría de sus libros y de su trabajo de periodista como una misión apologética acorde a esa llamada a la fe y mostrar cómo entiende, desde sus coordenadas biográficas e intelectuales, ser cristiano y vivirlo coherentemente.
Messori multiplica sus detalles autobiográficos para dejar claro que nada de su educación familiar y académica era propicio para desencadenar una conversión como la suya. Lo autobiográfico de sus argumentos se imbrica con pasajes del Evangelio que cita a menudo y con la doctrina del Magisterio que explica y muestra como asumida vital e intelectualmente. Tres ejes argumentativos guían el libro: su modo de entender el catolicismo como suma (et-et) y no como negación (aut-aut), y la forma de explicarlo desde dos puntos de vista simultáneos, la del laicista “comecuras”, agnóstico y desengañado, culto y de izquierdas, y la del católico convencido, que vive con certeza absoluta su llamada a la fe y, aunque le cueste, es capaz de vivir la grandeza de Cristo en su vida. Son los dos ángulos que él conoce a la perfección y asume como propios en dos momentos distintos de su vida.
Messori nos recuerda que Massimo Introvigne le reconoce “haber conseguido no sólo volver a dar carta de ciudadanía a la apologética, sino arrancarla del sotobosque de los marginales, de las revistillas confesionales, del nicho de la hornacina de los pequeños editores católicos, mirados con desdén por los demás, incluso confesionales, para llevarla desde un gueto considerado integrista sólo porque busca verdad y no eslóganes, a la business class del mercado cultural laico.”
El periodista -orgulloso de serlo, como manifiesta con frecuencia- de La Stampa y del Corriere della Sera explica la génesis de Hipótesis sobre Jesús, de Apostar por la muerte y de su último libro publicado más recientemente Hipótesis sobre María. Explica las amenazas que recibió -que provenían de dentro de la Iglesia- a causa de la entrevista al cardenal Joseph Ratzinger en Informe sobre la fe. Justifica también el porqué de Cruzando el umbral de la esperanza. Estos datos forman otro eje transversal que recorre todo el libro, como indisociados de su tarea de escritor divulgativo y de apologeta -apelativos que él elige para sí-.
Apologético es también este libro, en el que hubiera sido útil un glosario de términos, pues Messori no deja apenas tema por tocar: la devoción popular, el protestantismo, el islam, El Código da Vinci, la teología de la liberación, la ética sexual, Galileo y Copérnico y muchos otros que argumenta de modo contundente y torrencial con datos de filósofos, literatos, historiadores y teólogos y, sobre todo, de la doctrina católica. Resulta así, un libro rico en contenidos, expresados en tono apasionado y en términos lapidarios y rotundos: el estilo acuñado por Messori.