Ediciones del Bronce. Barcelona (2001). 337 págs. 2.900 ptas. Traducción: Helga Pawlowsky.
Martin Suter (Zürich, 1948) es un publicista y escritor suizo, que vive entre España y Guatemala. Desde 1991 se dedica exclusivamente a escribir, también colaborando en publicaciones periódicas. Ésta es la primera novela que publica en español.
Qué pequeño es el mundo se desarrolla en la época actual en alguna ciudad de la Suiza germanoparlante. Cuenta una historia sugestiva muy bien estructurada, a través de personajes convincentes, en torno a la figura de un maduro protagonista, Konrad Lang, advenedizo desde la infancia en el ámbito de una familia de empresarios multimillonarios, donde su madre trabajaba en el servicio y en la que él llega a ser amigo y compañero inseparable del heredero. Konrad comienza a manifestar los síntomas de una enfermedad en la que las alteraciones de la memoria tienen una importancia primordial… Y como consecuencia, empieza a evocar recuerdos de infancia que pueden ser muy incómodos, pues hasta entonces han permanecido celosamente guardados por la madre del clan familiar.
La tensión narrativa, las vueltas argumentales y el retrato de los personajes están logrados con naturalidad, y el relato fluye a través de un narrador omnisciente que describe ambientes y circunstancias. El tratamiento que hace el autor de la evolución de la enfermedad del protagonista, así como las peculiaridades que van tomando las medidas terapéuticas -entre las que se incluyen el ensayo clínico de una nueva medicación-, es tan interesante como real. Y también resulta llena de fuerza la dinámica que vive esa familia de empresarios, tanto en la vida diaria como en los acontecimientos de una historia sórdida, aunque tratada sin acritud e, incluso, con un fino sentido del humor.
Ángel García Prieto