Anagrama. Barcelona (1994). 188 págs. 750 ptas.
En los últimos años se han revalorizado en España los relatos breves, que durante bastante tiempo se consideraron un género menor. Por otra parte, muchos escritores encuentran en el cuento el molde más adecuado a su literatura. Tal es el caso de Enrique Vila-Matas, especialmente conocido por sus ensayos y libros de relatos: Una casa para siempre (1988), Suicidios ejemplares (1991), El viajero más lento (1992), Hijos sin hijos (1993), etc.
Recuerdos inventados constituye una antología de algunos cuentos ya publicados por el autor. Son relatos con una gran variedad de registros; junto a relatos irónicos, hay otros de corte más grotesco, piadosos o espeluznantes. Sin embargo, por debajo de esta aparente multiplicidad, late algo que es constante en toda la producción de Vila-Matas: una coherencia de visión que se concreta en el sentido lúdico con que aborda la escritura, la ironía, la invención de personajes inquietantes y la distorsión grotesca de la realidad.
Las criaturas que componen este retablo constituyen uno de sus más destacados aciertos; en pocas páginas Vila-Matas reconstruye tipos humanos redondos, completos que no dejan indiferente al lector: el entrañable Nosferato al que no acompaña la suerte ni cuando intenta suicidarse, la asombrosa vendedora de biblias, el diabólico Dante, el viejo que investiga vidas ajenas o el joven aspirante a escritor, inmovilizado por las anfetaminas. Una galería, en fin, en la que hallamos una muestra bien representativa del quehacer literario de Vila-Matas.
Begoña Lozano