Desde hace varios años (ver servicio 170/95) diversas editoriales españolas no especializadas vienen publicando libros de contenido religioso. Aunque este nuevo filón editorial se ha volcado principalmente en libros de pensamiento, existe una nueva línea que se apoya en tramas de ficción para ahondar en lo religioso.
El viaje de Teo (1) y El rey, el sabio y el bufón: el gran torneo de las religiones (2) son dos títulos recientes, traducciones del francés, que pertenecen a este nuevo género. Ambas obras parecen estar dirigidas a ese amplio público profano en materia religiosa pero inquieto al respecto, a quienes la ficción resulta más asequible que el ensayo puro y duro. Identificar a este público con los jóvenes parece fácil, pero la lectura de ambos títulos indica que el perfil de lector puede ser bien distinto.
Teo Fournay es un adolescente de catorce años, inteligente, guapo y frágil. Vive en una familia unida, sin problemas económicos, culta, liberal y ajena a cualquier credo, práctica o inquietud religiosa. Al diagnosticarle una grave enfermedad, su encantadora, estrafalaria y rica tía Marthe le propone un singular viaje: la vuelta al mundo de las religiones. Como a Teo le encantan los juegos, tendrá que adivinar en cada etapa del viaje a qué lugar se dirigen a continuación resolviendo un enigma. Con este panorama, tía y sobrino recorren el mundo de las religiones, o sea el mundo, visitando Jerusalén, El Cairo, Delhi, Yakarta, Tokio y muchos lugares más. Cada credo será explicado por un amable guía, gracias a tía Marthe, que además de rica, es también cultísima y tiene amigos en todas partes. Tras el envidiable tour en primera clase, el final feliz: Teo se cura y todos -familia y guías- se reunen en Delfos.
El viaje de Teo es un libro recomendable para quienes quieran hacer turismo cultural sentados en una butaca. Con él se puede llegar a conocer interesantes aspectos de los más diversos cultos. Una guinda que podemos añadir a nuestros conocimientos sobre historia del arte, ornitología, astronomía o cualquier otra disciplina. Su lectura también está indicada para no inquietar a quienes no hayan recibido una educación religiosa, no se adscriben a un credo concreto o han abandonado la práctica religiosa: El viaje de Teo será la confirmación de que, realmente, no se han perdido gran cosa, que no vale la pena ser judío, musulmán, católico o budista.
El relato sonará hueco, sin embargo, a quienes buscan en la religión algo más que conocimientos. Tramposo a quienes se hacen preguntas cuyas respuestas implican algo en su vida, no otro dato más que meter en el disco duro. También desilusionará profundamente a quienes intentan rezar (un mantra, el Padre Nuestro o lo que sea). Y, en definitiva, defraudará a los que, más allá de la tolerancia o de la curiosidad, quieren comprender y amar a todo aquel que busca la verdad, crean o no, practiquen o no. Entre cualquier fundamentalismo y el parque temático construido por Catherine Clément en esta obra queda un amplio campo que cultivar. Un ámbito que exige algo más que el barniz cosmopolita de «jet-set-culta-progre» como principio inspirador. Decir, como se hace en la contraportada, que el periplo de este adolescente es una «odisea espiritual», es desconocer el sentido de ambas palabras, odisea y espiritual.
Muy distinto es el resultado de El rey, el sabio y el bufón: el gran torneo de las religiones, de Shafique Keshavjee. El autor, keniano, pastor de la Iglesia Reformada y animador de una casa para el diálogo entre las religiones en Lausana, ha escrito con un peculiar estilo, entre oriental y medieval, una fábula que conjuga profundidad, sensibilidad y sentido del humor.
Érase una vez un reino apacible y próspero, donde sus habitantes vivían para el trabajo y la familia. Desinteresados de la política y la cultura, abandonadas las iglesias, sólo el deporte era capaz de movilizar a unos ciudadanos cada vez más individualistas. Una noche tres hombres -el rey, el bufón y el sabio- tienen un mismo sueño: un críptico mensaje firmado por alguien llamado Dios que les recuerda que todos morirán y que deben buscar una aguja para vivir. El rey interpreta el sueño como una indicación para dar a su pueblo un sentido que lo oriente, una religión. Para decidir cuál puede ser ésta decide convocar unas justas oratorias en las que representantes de cinco grandes tradiciones religiosas (budismo, hinduismo, islamismo, judaísmo y cristianismo) y un librepensador expliquen sus principios.
Este argumento sirve para exponer los fundamentos de cada religión o no-religión a cargo de una voz que también narra una experiencia personal. Las justas, más que apologéticas, son teológicas, filosóficas y antropológicas de una forma casi emocionante: si Dios existe, quién y cómo es Él, qué podemos saber de Él, qué somos nosotros para Él. En este sentido, algunas explicaciones, como la del monje budista y la del swami hindú, exigen para el lector no familiarizado un esfuerzo mental considerable. Keshavjee anima el relato incluyendo una intriga policial y una historia de amor. Se incluye al final un apéndice resumen de los puntos principales de cada religión y un cuadro cronológico sinóptico de éstas.
Un marcado carácter de diálogo entre las religiones anima todo el relato sin caer en lo fácil o superficial ya que, como las justas demuestran, lo que hace posible el diálogo es la profundidad teológica y de la propia vida. Esta clave es también crucial para leer esta fábula que no pretende ser catequética, ni de una religión ni de otra, ni tampoco abarcar todas las religiones o todo de las que están. Para eso están otros libros. Vaya por delante también que el cristianismo es representado y explicado en este singular torneo por un protestante, quien hace una síntesis global valiosa en líneas generales, pero escorada lógicamente hacia quien la expone.
Aurora Pimentel_________________________(1) Catherine Clément. El viaje de Teo. Siruela. Madrid (1998). 575 págs. 3.000 ptas. T.o.: Le voyage de Teo. Traducción: Anne-Helene Suárez.(2) Shafique Keshavjee. El rey, el sabio y el bufón: el gran torneo de las religiones. Destino. Barcelona (1998). 212 págs. 2.400 ptas. T.o.: Le Roi, le Sage et le Bouffon. Le Grand Tournoi des religions. Traducción: Eduardo Gonzalo.