Esperanza Puente abortó a finales de los años ochenta en Madrid. Pensó que aquella era la mejor solución que podía tener una mujer sin una pareja estable y con un embarazo no deseado. Sin embargo, después del aborto, sus problemas se multiplicaron. Depresión, estados de angustia, alteración del estado de ánimo, sentimiento de culpa… Gracias a la ayuda recibida por una asociación, pudo superar el trauma. Desde entonces, Esperanza Puente ha trabajado para desterrar de la sociedad la lacra del aborto y ha ayudado con su experiencia a muchas mujeres que han pasado por una situación similar a la suya.
Rompiendo el silencio recoge diferentes testimonios de mujeres que han sufrido abortos provocados, lo que permite al lector hacerse una idea del drama que supone. No sólo se describe la crueldad y la frialdad de los procedimientos abortivos y la mercantilización insensible de las clínicas, sino que también se revelan las consecuencias físicas, psíquicas y emocionales que conlleva el aborto. Gracias a estos relatos detallados y en ocasiones escalofriantes, se rebate el postulado que relaciona la legalización del aborto con la liberación de la mujer o la conquista de sus derechos. Las vivencias recogidas demuestran que el aborto supone siempre un fracaso. Se trata de un libro oportuno en un momento en el que se debate en España la nueva ley que pretende facilitar aún más el aborto.