¿Una novela más sobre la guerra civil española? Sí, pero con un enfoque bastante original. Al final del texto, advierte Álvaro Pombo (Santander, 1939) que se trata de una novela, aunque basada en hechos y personas reales, para la que se ha documentado a fondo y ha recibido el apoyo del historiador Mario Crespo López.
Los protagonistas más destacados son Álvaro (Alvarito o Alvarín) Pombo Caller, adolescente y tío del autor; Cayo Pombo Ybarra, padre de Alvarito, y la modista Ana Caller Donesteve, la madre, que, cuando se inicia el relato, ha dejado a la familia y se ha instalado en París, donde trabaja con Coco Chanel.
El ambiente de la ciudad y del resto de España en aquellos años está bien descrito, con algunos saltos en el tiempo que ayudan a situar a los protagonistas y a captar la evolución histórica y social, sobre todo desde la caída de la monarquía y el advenimiento de la Segunda República. Pero la novela es, sobre todo, la relación entre Alvarín y su padre en aquellas dramáticas circunstancias.
Cayo Pombo es un azañista convencido, agnóstico, liberal, buen observador de la realidad, inteligente, enfermizo, que se siente fracasado, pues ha visto la decadencia de la familia –de la que se siente un poco culpable–, la frustración en su matrimonio, así como el contraste con su hermano Gabriel María, hombre activo que se relaciona con todo el mundo en Santander. El otro hijo de Cayo y de Ana, el mayor de los dos, es más independiente y apenas aparece en la novela, porque con Alvarín la relación es distinta. Acaba de regresar de estudiar en Francia, es deportista, pero también algo melancólico y dubitativo, aunque animado por algunos amigos se afilia a la Falange, fundada pocos años atrás por José Antonio Primo de Rivera.
A pesar de esta diversidad ideológica, la relación entre padre e hijo es buena, y las conversaciones que tienen en su casa muchas tardes, de lo mejor de la novela, porque son como un remanso de paz en contraste con la tensión que agita las calles. El hijo siente compasión hacia su progenitor y está pendiente de acompañarlo, y el padre trata de meterse en la piel del hijo y de entender sus decisiones, aunque no las comparta. Las cartas que el hijo recibe de su madre desde París, en las que se refleja bien su personalidad, un tanto alocada y superficial, unen aun más a Cayo y a Alvarín. Por esto, cuando detienen a este y se inicia el angustioso proceso que culmina con la tragedia del 27 de diciembre de 1936, fecha de los primeros bombardeos de los nacionales sobre Santander y del asesinato de casi todos los presos del buque-prisión Alfonso Pérez (falangistas, religiosos, afiliados a otros partidos de derechas…), la mermada salud de Cayo se agrava. La complicada situación también pasa factura a Mercedes, Elena y Paco, los sirvientes de la familia, personas con sentido común y bondad que tampoco entienden el odio al que se ha llegado.
Con prosa cuidada, descripciones precisas, abundantes diálogos y párrafos de contenido más filosófico, Álvaro Pombo invita en una novela trabajada e interesante a trascender de aquellos hechos tan dramáticos y a reflexionar sobre los sentimientos, la toma de decisiones, el heroísmo, el miedo, el patriotismo, la religiosidad…