Uno de los modos de abordar la complejidad de la cultura actual es examinar el proceso de secularización y su simultaneidad con diversos tipos de religiosidades y de formas de lo sagrado: las difusas, las orientales, las gnósticas, las monoteístas, las fundamentalistas, etc. Este es el tema que examina Borghesi en los dos primeros bloques de artículos de este libro, que son los que ofrecen mayor interés por su actualidad y originalidad. El resto del volumen se ocupa de manera monográfica del tomismo a partir de la encíclica Aeterni Patris, del pensamiento de Guardini en cuanto distinto de la neoescolástica, de Malebranche, de Blondel…
Borghesi, profesor de Filosofía moral en la Universidad de Perugia, parte de la tesis de que se han dado dos procesos de secularización. El primero comenzó con la Ilustración, y sus consecuencias culturales se experimentaron a mitad del siglo XX. Esa secularización consiste en la privatización de la fe y en la autonomía de la moral respecto de la religión. Reconocemos a Kant como uno de sus artífices. Borghesi es deudor de la interpretación que al respecto hace Karl Löwith.
El segundo proceso traspasa la noción judeocristiana de Reino de Dios a un contexto inmanente y secular que se carga de significado religioso. El primer proceso está representado, además de Kant, por los filósofos nihilistas-religiosos como Schopenhauer y Von Hartmann. El segundo vuelve inmanente lo escatológico y, en él, el nihilismo se convierte en un paso intermedio para acceder a la plenitud. Se produce una metamorfosis de lo cristiano que reactualiza de forma nueva aspectos de la gnosis antigua, la cual se nutre de nihilismo. Los filósofos que Borghesi analiza como realizadores de esta transformación son: Hegel, Marx, Nietzsche y Heidegger. El nihilismo consiste, en este momento, en un desprecio del presente y Borghesi incluye aquí al islamismo radical, como movimiento de reacción contra Occidente.
Borghesi realiza una gran síntesis entre filosofía y cultura, filosofía de la religión y sociología con análisis audaces que trascienden la inmediata interpretación escolar de la historia de la filosofía, para proponer una visión audaz, original y lúcida.
El presente volumen parece un conjunto de artículos independientes a los que se les ha encontrado un hilo conductor, tal como indica el propio autor en la introducción, pero que también pueden leerse por separado y en cualquier orden. Por eso no existe una gran unidad estilística ni temática en el libro. Cada capítulo responde a un tratamiento especializado de un autor y un tema.