Las novelas que publica el francés Michel Houellebecq (La Reunión, 1958) suelen venir acompañadas de encendidas polémicas que van más allá de lo literario. Así ha sucedido con Ampliación del campo de batalla (1994), Las partículas elementales (1998), Plataforma (2003), La posibilidad de una isla (2005), El mapa y el territorio (2011) o Sumisión (2015). En todas ellas, Houellebecq incluye un cínico retrato de los valores del mundo contemporáneo, de las ideologías, de la sexualidad y, especialmente, de la huella del Mayo del 68 en la cultura occidental, sobre todo en la francesa.
En Serotonina, que ha vuelto a despertar gran expectación, aparca un poco el mensaje ideológico y se centra en el retrato de una persona solitaria y derrumbada, que…
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