Encuentro. Madrid (1998). 333 págs. 2.500 ptas. Traducción: Belén Cabello.
La apertura de los archivos del KGB y del Ministerio del Interior del antiguo régimen soviético ha permitido elaborar esta crónica sobre la persecución religiosa de los católicos en la URSS. Una de las características más llamativas de este libro, traducido ahora del italiano, es su objetividad. Todo lo dicho está perfectamente documentado en las actas de los procesos judiciales contra los sospechosos de pertenecer al rito bizantino de la Iglesia católica. El periodo estudiado abarca desde la Revolución de octubre de 1917 hasta la II Guerra Mundial; los lugares en los que han tenido lugar procesos y persecuciones no se reducen sólo a Moscú o San Petersburgo: incluyen otras regiones del antiguo imperio soviético y los distintos lager y campos de concentración, especialmente el de las islas Solovki, el más temido de los gulag. Al final se ofrece un apéndice con 322 confesores de la fe.
El rigor histórico de Si el mundo os odia… no impide encontrar páginas que impresionan y conmueven. Frente a detenciones e interrogatorios, torturas, deportaciones e incluso sentencias de muerte, los cristianos rusos supieron responder con el perdón y la confianza en Dios. Pero el relato de Irina Osipova no está destinado sólo a la edificación. En él se recogen igualmente testimonios de aquellos que no pudieron o no supieron hacer frente a los métodos de persuasión de la represión soviética. Se trata, por tanto, de las Actas de los Mártires del siglo que estamos acabando.
Pablo Blanco