EUNSA. Pamplona (1997). 304 págs. 1.700 ptas.
Desde 1981, año en que se diagnosticó el primer caso de SIDA, son incontables los estudios y artículos que se han escrito sobre la enfermedad. Pero lo que menos abunda son los libros que tratan también los aspectos éticos. Esta es la principal aportación de la obra de Juan Moya, doctor en Medicina y sacerdote, y Fernando Mora, licenciado en Farmacia y especialista en enfermedades infecciosas. El libro consta de dos partes. La primera es una descripción precisa de los datos médicos del SIDA: infección, diagnósticos, tratamientos, etc., en lenguaje comprensible a un público amplio. Y la segunda, más original, entra a fondo en los aspectos éticos relacionados con las causas de la enfermedad y su prevención.
Los autores destacan que el SIDA es una enfermedad ligada en la mayoría de los casos al género de vida. Desde esta perspectiva, lo más decisivo actualmente es la prevención mediante el abandono de las llamadas «conductas de riesgo». Y no sólo porque es aún incierto el descubrimiento de una vacuna en un futuro próximo. El SIDA se vencerá en la medida en que se evite el contagio, y las soluciones que tantas campañas aconsejan no son siempre las más eficaces ni van a las raíces del problema. Basta comprobar que la pandemia no remite.
El libro analiza las repercusiones éticas de la enfermedad en la sociedad: prevención, educación sexual, campañas sanitarias, con especial interés en lo que se refiere a la atención de los enfermos. Al hablar de la prevención, los autores ofrecen datos sobre la eficacia práctica de los preservativos que muchas veces se pasan por alto y que pueden dar un falso sentido de seguridad ante conductas de riesgo. Su análisis de las campañas sanitarias destaca también la responsabilidad del Estado, para que los mensajes tengan en cuenta las distintas alternativas de prevención, sin descartar aquellas que se consideran más difíciles. Este libro de divulgación ofrece un buen arsenal de datos e ideas para promover estilos de vida que sean una auténtica prevención del SIDA.
Ignacio F. Zabala