Este librito de Gregorio Luri –una versión revisada de una conferencia– es una de las mejores obras sobre la lectura que se han escrito recientemente. Corrobora el viejo adagio de que “lo bueno, si breve, dos veces bueno”. Probablemente porque el autor ha reflexionado tanto sobre el tema, conoce tan bien la materia de la que habla (la lectura y su importancia para la educación), que puede permitirse el lujo de apuntar lo esencial, de ser conciso, de disfrutar con lo que cuenta, haciendo disfrutar al lector al mismo tiempo.
Luri conoce muy bien el camino que debe recorrer un niño para convertirse en lector, desde el origen (pues no nacemos con una predisposición innata hacia la lectura) hasta la meta (“en última instancia, vivimos como leemos”). Sabe que para leer bien hay que hablar bien, que todo profesor es profesor de lengua y que, por tanto, “no tiene ningún derecho a hablar mal”. Sabe, además, que el niño que crece rodeado de libros (y de adultos que leen) lo tiene mucho más fácil. Y sabe que la edad clave son los 9 años.
Sobre el arte de leer es, en definitiva, un libro que condensa una vida dedicada a la lectura y a la educación, recomendable para docentes y padres, y del que disfrutarán los amantes de los libros. La obra no es una defensa del libro impreso, pero ¡cuánto amor muestra por él!
Luri se detiene en la lectura y su aprendizaje, en la lectura de los niños y de los jóvenes (y de los adultos que los acompañan), en la lectura en la escuela (y en la Universidad) y en tantos temas cruciales, en los que nos jugamos el futuro (y el presente). Frente a tanto estéril llamamiento al “fomento de la lectura”, frente al desprecio por la forma –y el fondo– del aprendizaje, resulta reconfortante escuchar a Luri: “Solo estamos, verdaderamente, aprendiendo a leer cuando nos encontramos en disposición de participar como oyentes en el diálogo continuamente renovado que mantienen entre sí los grandes autores de la cultura occidental”.
