Sociología mariana reúne a una serie de autores para arrojar luz sobre las carencias de la posmodernidad y presentar a María como ideal común. Si, por una parte, Cristo descubre al auténtico hombre, la Virgen aparece en estas páginas como “reveladora” de la dimensión social. Reflexionar sobre ella puede descubrir los elementos claves en los que descansa la realización de lo humano.
Los colaboradores de este ensayo –coordinados por el sociólogo José Pérez Adán y, en su mayoría, académicos– estudian diversas realidades, pero siempre partiendo de la necesidad de repensar el contexto social actual. Frente a las ideas que hoy resultan dominantes –el racionalismo, la pérdida de conciencia del otro, el poder, la autoafirmación individualista, la carencia de dominio de sí, entre otras–, su respuesta no es el pesimismo, sino hallar modelos para responder a las necesidades actuales. En este sentido, a partir del compromiso cristiano, proponen un cambio de paradigma centrado en la reivindicación de las virtudes marianas. Presentan, pues, un modelo relacional en clave de servicio.
Así, por ejemplo, mientras que el planteamiento actual de emancipación de la mujer conduce a una errónea dialéctica de sexos y poderes, en este libro colectivo se proponen valores que enriquecen a todos: el afecto, la estética, la receptividad y la donación, pero también la paciencia, la espera, la intuición y el sentido de lo espiritual. Asimismo, se repasan algunas figuras que han encarnado ese nuevo paradigma, como Hildegarda de Bingen, Catalina de Siena o Teresa de Jesús. Estas mujeres, doctoras de la Iglesia, configuraron su vida de acuerdo a su vocación y destacan por su voluntad de servicio, lo que constituye su valiosa enseñanza.
La propuesta no desconoce las dificultades de este modelo. La transformación social sugerida, solo es posible si antes se promueve un cambio de la vida interior y del contexto relacional. A fin de cuentas, si la modernidad necesita ser revisada, hace falta una revolución que suponga la vuelta a esos fundamentos que nos desvela la Revelación en la figura de María.