Al igual que en sus dos libros anteriores, Viajes con letra y música y Otros viajes con letra y música, continúan los autores su periplo por Europa de la mano de la literatura y la música de cada lugar. En esta ocasión, recorren Budapest guiados por los húngaros Sándor Márai y Miklós Bánffy; el Valle del Loira con los libros del francés Philippe Claudel; Zurich con Ferdinand Meter; Bolonia con la obra del italiano Roberto Vecchioni… Y no faltan las visitas a Portugal, país por el que los autores sienten predilección.
Junto con la literatura, también la música es compañera de viaje: las melodías húngaras de Marta Sebestyén, las de la italiana Mina, las tonadas asturianas y el fado, el canto más popular de Portugal, al que los autores han dedicado muchos comentarios y hasta un libro.
Escribe Claudio Magris en El infinitivo viajar que “quien viaja es siempre un callejeador, un extranjero, un huésped”. Más aún en el caso de los autores de esta obra. Porque en estos viajes musicales y literarios no van buscando sólo un paisaje, una vista, una instantánea, un rincón… Su meta es dar con el alma del lugar visitado. Su actitud no es la del turista al uso, aunque el libro sirve también para despertar el interés por insólitos lugares y excelentes rincones. La propuesta de los dos autores tiene más que ver con la cultura que con las rutas turísticas. Nos invita a hacer nuestro propio viaje por la música y la literatura de los lugares visitados.