Alba. Barcelona (1995). 150 págs. 1.200 ptas.
El título original de esta novela, aparecida en 1930, hace referencia a la sequía que asoló en 1915 el noroeste del Brasil. Narra el drama de una familia de campesinos obligada a emigrar de la tierra desertizada por la sequía. A la vez se desarrolla una historia de amor entre una mujer intelectual, que comienza a despuntar una forma de vida liberada de las viejas ataduras de la condición femenina, y un joven ganadero, apasionado por su tierra y su tradición. Pero sobre todo es la odisea de un pueblo que, en una encrucijada histórica, lucha contra las dificultades naturales.
Su autora, apenas conocida en España, es una de las figuras representativas de la corriente literaria modernista brasileña, que se desarrolla en la primera mitad de este siglo. En esa etapa, en la que los autores pretenden romper los viejos moldes, se cultivan dos tipos de narraciones: las que tienden a ahondar en la descripción psicológica de sus personajes -tendencia que puede representar el escritor Machado de Assis- y las que sitúan sus conflictos en las relaciones del hombre con la tierra. Es la llamada corriente regionalista, bien representada por esta autora.
Rachel de Queiroz es una escritora de expresión natural, directa y coloquial, que logra crear unos personajes expresivos. Es el suyo un mensaje desasosegante, que llama al esfuerzo y a la esperanza.
Ángel García Prieto