Galardonada con el último Premio Herralde de novela, Tres ataúdes blancos cuenta la vertiginosa historia de un tipo antisocial, un “friki” aficionado al alcohol y a tocar el contrabajo, cuya vida solitaria se trastoca cuando el candidato a la presidencia de su país muere en un atentado terrorista. El parecido asombroso con el asesinado lleva a sus colaboradores a pedir -a obligar, más bien- al protagonista que haga el papel de la víctima. La muerte del candidato será ocultada mientras dure el proceso electoral.
A pesar de que el planteamiento no sea demasiado original, la novela arranca de forma brillante. El autor maneja con soltura registros y escenas. Al principio su relato deslumbra por varios motivos: la ingeniosa combinación de humo…
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