Los tres textos de Romano Guardini que se recogen en este libro –en una cuidada edición de Sergio Sánchez-Migallón– permiten afirmar que la crisis de la enseñanza universitaria no es algo exclusivo de nuestro tiempo, lo que debería servir para fomentar el sosiego en estudiantes, profesores y políticos, sobre todo a la hora de proponer reformas. La especialización o una orientación utilitarista de la investigación, tanto como la burocratización o el adoctrinamiento político e ideológico, han desafiado, de una u otra manera, a la institución universitaria. Y, por fortuna, siempre se han encontrado pensadores que, como Guardini, nos recuerdan el sentido o la misión de la universidad, sin caer en idealismos.
En cualquier tiempo, pues, es oportu…
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