Roma. Las chicas como Babi se esmeran en sus estudios, hablan del último grito en moda y se preparan para encontrar el amor de sus vidas. Los chicos como Step prefieren la velocidad, la violencia, el riesgo y la camaradería de las bandas, pero todos ellos se implican en la vida como si cada segundo fuera el último. Pertenecen a mundos distintos, desean cosas distintas pero tienen algo en común: el amor que les hará flotar y sostenerse, que les hará encontrarse y cambiar: ellas se volverán más salvajes, ellos más tiernos.
Esta novela romántica presenta la adolescencia como un periodo de la vida durante el cual lo único que importa es pasarlo bien con el grupo de amigos a cualquier precio. No se desprecia el riesgo, la violencia, el sexo o la mentira si todo esto va a redundar en una mayor diversión. Los padres figuran en la novela como meros mantenedores de los adolescentes, en la medida en que colman las expectativas materiales de sus hijos. Además, son capaces de caer en las mismas conductas que estos, con lo cual su autoridad queda en entredicho. La técnica narrativa es la habitual en los bestsellers de bolsillo: capítulos inconclusos que dificultan el abandono de la lectura aunque en este caso el suspense no aporta realmente nada.
La temática resulta atractiva para el adolescente en busca de lecturas referidas a su mundo y que reflejen la rebeldía habitual que suelen sentir a su edad. Sin embargo, las conductas que Federico Moccia muestra en la novela representan casi todo aquello que unos padres no querrían que sus hijos hicieran cuando salen por la puerta de casa, bien sea para ir al colegio, bien para estar con los amigos.
El éxito de esta novela, recientemente reeditada, ha sido tan grande que actualmente se pueden encontrar en las librerías otros títulos del autor, todos del mismo signo: Tengo ganas de ti, Perdona si te llamo amor -cuya adaptación al cine se estrena ahora en España- y su continuación Perdona pero quiero casarme contigo.