Tusquets. Barcelona (1993). 110 págs. 1.100 ptas.
Luis Ángel Firpo fue un campeón argentino de boxeo que «sacó del ring a Dempsey». Luis Ángel Morales, que se llama así en honor al campeón, es un taxista bonaerense que un día recibe de dos agradecidos pasajeros un bebedizo que le proporciona extraordinaria fuerza. Desde ese momento, deshace entuertos y ayuda en lo que puede a sus semejantes, a pesar de que algún tiempo después desaparecen los efectos del líquido maravilloso.
Sus aventuras, sin embargo, no pasan de heroicidades en el ámbito doméstico, o de peleas con bravucones; en alguna ocasión, además, se resuelven de manera ridícula o desfavorable para él. Es decir, de manera despareja o desigual. No obstante, sus éxitos y la fama que obtiene entre sus amigos le devuelven la fe en sí mismo y el deseo de recuperar a Valentina, el amor de su vida.
Bioy Casares (Buenos Aires, 1914), autor de seis novelas y once libros de cuentos, es un reconocido maestro del relato corto. En 1940 publicó La invención de Morel, considerado como un clásico de la literatura universal. Con la novela corta Un campeón desparejo da una muestra más de su talento. Pocas páginas le bastan para una trama sugerente, llena de contenido, en la que se entrecruzan el misterio y la realidad, y en la que su personaje revive el buen humor de don Quijote y Sancho. Sus andanzas en Buenos Aires recuerdan las de los pícaros.
Un campeón desparejo es un divertimento sin pretensiones de profundidad, pero de un agradable optimismo. Al acabar el libro, dan ganas de reco-menzarlo o de leer más obras de su autor. El lector pasará un rato muy ameno con esta nueva obra de Bioy Casares.
Pedro L. López Algora