Salamandra. Barcelona (2004). 221 págs. 11 €. Traducción: María Antonia Menini Pagès.
El casi octogenario escritor siciliano Andrea Camilleri firma una nueva entrega de la saga policíaca protagonizada por el comisario Montalbano, enfrentado esta vez a las mafias que organizan la entrada en Italia de inmigrantes norteafricanos. Se nota en Un giro decisivo, para bien y para mal, el oficio de un escritor que durante años trabajó como guionista de televisión. La historia policial, propiamente dicha, no está bien construida y tiene escaso atractivo. En paralelo discurre la peripecia personal de un Montalbano al borde del abandono, hastiado por algunos casos de corrupción policial y por la ineptitud de los políticos. A Camilleri le gusta urdir las tramas de sus novelas con sucesos y datos extraídos de los periódicos y esta vez ha puesto la lupa desengañada del comisario sobre la llegada masiva de inmigrantes a la costa siciliana. De paso, aprovecha para largar un discurso -ligerito y populista- sobre la actuación policial en los disturbios producidos con motivo de la cumbre del G-8 celebrada en Génova.
El humor de algunas situaciones y los chispeantes diálogos son lo mejor de una novela de fácil lectura, con intenso sabor a fórmula, muy lejos del gran Simenon, distante del suizo Glauser, por debajo del sueco Mankell y del ruso Akunin.
Alberto Fijo