Alfaguara. Barcelona (2006). 248 págs. 17,50 €. Traducción: Imma Monsó.
En la brillante trayectoria literaria de Imma Monsó, esta novela supone un paréntesis provocado por la muerte del hombre con quien vivía. Porque, alejándose esta vez de la pura ficción, la escritora catalana relata con fuertes trazos autobiográficos la pérdida del ser querido y su reacción ante su fallecimiento súbito.
El mayor mérito de la autora se encuentra en su punto de partida: contra lo políticamente correcto, reclama la necesidad de enfrentarse con naturalidad (no exenta de dolor) a la enfermedad, a la muerte y a la pérdida irreparable. Los mejores párrafos nos remiten a una suerte de estoicismo (ya que no hay rastro de religiosidad) que se refugia en el recuerdo y en el relato de la vida de un hombre fuera de lo común en su sencillez. Domina la tragedia sobre el sentido del humor habitual de Monsó. La novela-biografía se alarga sin llegar a interesar del todo, porque la acumulación de pequeñas anécdotas y la excesiva introspección en las propias reacciones de la mujer que se queda sola no logran conformar un relato convincente.
Pedro de Miguel