En esta novela se funden dos géneros muy populares: el relato histórico y la trama policiaca. El nexo es el investigador Bernie Gunther, habitual en las novelas de Philip Kerr (Edimburgo, 1956), uno de los autores de más renombre en lo que a novela negra se refiere.
El acontecimiento histórico que sirve de fondo es la célebre masacre del bosque de Katyn, donde, entre abril y mayo de 1940, la policía secreta de Stalin asesinó a unos 22.000 polacos. Entre ellos había unos 8.000 oficiales del ejército, policías, sacerdotes, intelectuales y científicos. La novela transcurre cuando Katyn, en plena Segunda Guerra Mundial, está en poder de los alemanes, en la primavera de 1943. Los rusos acusaron a los alemanes de haber sido los culpables de aquellos asesinatos que fueron descubiertos por los propios alemanes, que aprovecharon el descubrimiento para iniciar una campaña propagandística contra el ejército ruso.
El hecho histórico no está analizado a fondo (tampoco lo pretende el autor), pero sí es fiel a los hechos. Aunque se centre en este suceso, Kerr tiene también en cuenta los asesinatos realizados por los alemanes con judíos polacos, que también fueron enterrados en grandes fosas no muy lejos de allí.
Bernie Gunther es un hombre sagaz, intuitivo, constante y con un instinto para no aceptar los hechos como aparentemente son y descubrir la verdad sin miedo a las heridas que pueda abrir. Sin embargo, su moral es confusa y no vacila en asesinar a un soldado alemán porque puede ser un peligro para un asunto de vital importancia. Es crítico de Hitler y de la situación de Alemania y de la guerra, y se encuentra, aunque casualmente, próximo a los que intentan atentar contra Hitler. Aunque trabaja en la Oficina de Crímenes de Guerra del Alto Mando Militar, donde la mayoría de sus miembros son contrarios al nazismo, es contratado por Goebbels, ministro de Propaganda, para que monte un espectáculo mediático aprovechando los sucesos de Katyn.
Gunther no solo se ocupará de esta campaña sino de la investigación de unos crímenes que se han ido produciendo, camuflándose con estos hechos, en los que todo apunta a que su autor es alguien de las filas alemanas.
Aunque larga y morosa por momentos, la novela está bien construida, los hechos delictivos se resuelven con lógica y la dinámica del relato es la adecuada.