Theodor Kallifatides (Grecia, 1938) aterrizó en 2019 en las librerías españolas y se afianzó entre los lectores con Otra vida por vivir, su primera obra traducida a nuestra lengua. Desde entonces, Galaxia Gutenberg ha ido traduciendo y editando varias de sus obras; ahora publica Un nuevo país al otro lado de mi ventana, escrita originalmente en 2002.
Kallifatides emigró a Suecia con 26 años, huyendo de la pobreza y la corrupción que asolaba su país en los años sesenta. Estudió Filosofía en la Universidad de Estocolmo y desde entonces ha publicado más de cuarenta libros de ficción, ensayo y poesía. La gran mayoría, escritos en sueco. Otra vida por vivir fue su primera obra escrita originalmente en griego y fue la grieta a través de la cual se inició todo un proceso de reconciliación: con su Grecia natal, con su idioma materno, con lo que significa ser extranjero y lo que hace la emigración en la propia identidad. Una obra emotiva, pero elegante y serena, que planea sobre una realidad: la emigración y sus consecuencias como eje de toda una vida.
Si Otra vida por vivir es el punto de partida de esta travesía, Un nuevo país al otro lado de mi ventana es su continuación y profundización. Con un estilo más filosófico y abstracto, pero igualmente salpicado de experiencias personales, Kallifatides comienza esta obra con un encontronazo en las calles de Estocolmo en el que le gritaron: “¡Desaparece, turco de mierda! ¡Regrésate con los burkas!”, seguido de una certeza: “El hecho es que ese episodio fue un cruel recordatorio de mi situación. Carezco del derecho de estar donde estoy”.
A partir de esta experiencia, Kallifatides va entretejiendo en capítulos cortos y mediante su característica forma de narrar –austera y concisa, pero elegante en su sutileza– recuerdos y meditaciones en torno a la propia identidad, al significado de patria, qué nos hace pertenecer a un lugar o la importancia de la lengua en la que se escribe. “Para mí, como escritor, la única nacionalidad que cuenta es la lengua en la que escribo”. Y precisamente este detalle es de especial importancia en la obra de Kallifatides: sus obras más intimistas y personales están escritas en griego.
Mecido por la nostalgia que se respira en estas páginas, Kallifatides no se deja arrastrar por la tristeza o el resentimiento, sino que aborda los grandes temas vitales como el amor, la libertad –“La gran utopía de nuestro tiempo es que la libertad es más valiosa que sus límites”–, las ilusiones o el significado de la propia vida, con sinceridad y sin ningún tipo de impostura, mirándolos de frente y repartiendo pepitas de sabiduría cada pocas páginas.