El Acantilado. Barcelona (2003). 248 pás. 15 €. Traducción: Helena-Diana Moradell.
La autora rusa Anna Dankóvtseva (1961) colaboró en el teatro moscovita Ermitage entre 1987 y 1995, y desde 1998 trabaja como redactora de Radio Liberty en Moscú. Tiene otros dos libros publicados: Una por todos (1997) y Muerte desencadenada (1998).
Un paso en falso es una novela policíaca ambientada en el Moscú actual. Los protagonistas son dos personajes dispares. Piotr Semiónovich, policía judicial jubilado, es un sexagenario bondadoso y amable que cree haber perdido su instinto de investigador; pero le mueve un sincero afán por la verdad e intentará descubrir la identidad del asesino de su vecina y ahijada. Knesia Pávlovna es una psicoanalista joven, decidida, moderna y con prestigio, que trata de ayudar a un torturado paciente que no puede mantener relaciones con mujeres. Está muy segura de sí misma y de su alta cualificación profesional: precisamente será ese su punto débil.
Los personajes están bien dibujados, tienen carácter propio y son hijos de su tiempo. Con estos mimbres, bien mezclados en una estructura confluyente, la autora muestra diversos matices de la cotidianidad postsoviética: las diferencias entre Ksenia y su padre son muy reveladoras del choque entre la juventud moderna y capitalista y los viejos que fueron alguien en la Rusia comunista. Por otro lado, no hay empacho alguno en mostrar la corrupción que inunda todos los niveles de la burocracia.
La narración está llevada con un estilo ágil, de aguda penetración psicológica. La intriga se dosifica con acierto a lo largo de los dos relatos: por un lado, la investigación de Piotr; por otro, la de Ksenia. En apariencia son dos narraciones paralelas, pero el lector sabe que acabarán encontrándose. Lo que ignora es cuándo, cómo y por qué. Con todo, resulta algo ingenua la importancia que se da al psicoanálisis como herramienta para explicar el alma humana. Y, aunque esté tratada de modo elegante, la subtrama del paciente que no consigue tener relaciones con mujeres suena a complejo edípico que uno no puede tomar en serio sin acordarse de Woody Allen.
Juan José De Paiz