Alianza. Madrid (1995). 232 págs. 950 ptas.
En este relato, Gerald Durrell, fallecido recientemente, recuerda cuando trabajó de cuidador en el zoológico campestre de Whipsnade, en Gran Bretaña, antes de que comenzara sus viajes por todo el mundo buscando animales para los zoológicos europeos. El autor de casi cuarenta libros sobre la vida animal muestra una vez más sus constantes literarias: por un lado, la minuciosa descripción de su trabajo en este zoológico; por otro, su sentido del humor y su facilidad para describir todo tipo de anécdotas que le suceden.
Gerald Durrell, que se dedicó desde 1959 a la creación en la isla de Jersey de su propio zoológico especializado en la conservación de animales en vías de extinción, es uno de los autores del siglo XX que más ha contribuido a respetar y defender la vida de los animales.
Adolfo Torrecilla