La escritora, socióloga y psicóloga iraní Parinoush Saniee dedicó mucho tiempo a elaborar estadísticas sobre su país, y debutó en la literatura en 2014 con El Libro de mi destino, traducido a 25 idiomas. Ahora publica su segunda novela, Una voz escondida, basada en hechos reales: una historia de supervivencia cuya acción se inicia en 2002 en Irán.
Shahab es un niño de cinco años que vive en Teherán con su familia. No es mudo, pero no habla por la incomprensión que recibe del exterior. Muy imaginativo, sabe asociar ingeniosamente palabras y colores, y se ha creado un gran mundo interior. Sensible y necesitado de afecto, recuerda: “Me ponía delante de la puerta y levantaba las manos para que me cogiera. Estando en los brazos de mi padre –el lugar más alto y más hermoso desde el que contemplar el mundo…”.
Ahora su padre trabaja todo el día en la universidad y no tiene tiempo para su hijo, por el que además siente un gran rechazo que exterioriza constantemente comparándolo con los otros dos hermanos. Todos lo consideran problemático e incluso deficiente, y la visita a un especialista no aporta un diagnóstico certero. También en el colegio es diana de burlas, por lo que el niño, bloqueado por la ansiedad, se encierra en su mutismo como una coraza e intenta refugiarse en su madre, algo más comprensiva pero que tampoco logra entenderle. Tan solo su abuela Bibi es capaz de quererle como es.
Como telón de fondo, está un régimen represor en el que la llamada policía moral vigila y detiene a la gente por la calle por motivos insignificantes. Este clima social influye en la decisión de la prima de Shahab, que, aterrorizada por las represalias, niega la vida al hijo que espera, fruto de una relación sentimental.
La historia se narra desde varios puntos de vista, uno de ellos con la voz del protagonista, que Saniee diseña con esmero, de forma que el lector sintoniza con sus reflexiones y sentimientos. La autora recurre a la calidez de su prosa para abordar una doble temática: por un lado, la dura situación de su país y, en paralelo, la lucha de un chiquillo por sobrevivir en la pequeña hostilidad del hogar. Diseminadas hay referencias a la tradición islámica, a la dureza en el trato a las mujeres o al autoritarismo; pero ante todo, esta es una novela de personajes que muestran sus miedos, emociones, errores y deseos en el marco de la vida cotidiana. Una trama agridulce abierta a la esperanza en la que la escritora iraní enlaza habilmente dureza y ternura. Una voz escondida es una bella metáfora contra la insensibidad y la indiferencia.