Stella y Gerry son dos jubilados irlandeses que viven en Escocia desde hace años y que han planeado unas cortas vacaciones en Ámsterdam durante el invierno. La novela transcurre en estos días, muy significativos para la relación que mantienen los dos, instalada en la rutina, pero que amenaza tormenta.
Gerry, arquitecto, acusa un progresivo alcoholismo que él no considera para tanto, aunque reconoce que “necesita la bebida para ponerse a tono”. Gracias al alcohol, se dice a sí mismo, puede escuchar con más agudeza, ver más y hasta “amar mejor”. Además, piensa que su mujer desconoce la cantidad de alcohol que ingiere cada día, aunque no es así. Por su parte, Stella, profesora, es una mujer muy activa, presidenta de la comunidad de vecinos, y …
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