Alasdair MacIntyre siempre se ha mantenido alejado de los círculos académicos y, en lugar de buscar el aplauso fácil comprometiéndose con los temas de moda, ha intentado hacer contribuciones de mayor alcance. Incluso algunos han invocado su nombre para hacer propuestas de tipo más práctico y político, como Rod Dreher.
Asociado en un primer momento con la corriente comunitarista, la suerte de este filósofo de origen escocés ha sido distinta a la de Michael Sandel o Charles Taylor, cuyas propuestas carecen de la hondura que ha ido alcanzando con los años el autor de Tras la virtud. Mientras aquellos remiendan los descosidos del proyecto moderno, este último lo cuestiona con radicalidad y convierte, como muestran Bello y Giménez Amaya, la crít…
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Un comentario
Muy acertado y actual