La ingente bibliografía dedicada por los historiadores del arte a uno de los más grandes pintores, ha permitido conocer la formación de Diego Velázquez, su evolución, sus técnicas pictóricas, su captación del espacio y del movimiento, la depuración del catálogo de sus obras, en fin, lo que podemos saber del pintor a través de sus lienzos. Sin embargo, para escribir una biografía de Velázquez serían necesarios los documentos personales que revelaran su mundo interior, sus sentimientos y sus reacciones ante los hechos de su época y los personajes de su entorno. Por desgracia, no existen. No tenemos el equivalente a unas “Cartas a Theo”, como en el caso de Van Gogh, ni tan siquiera un testamento.
A pesar de estas limitaciones, el hispanista fr…
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