Houghton, Lord (Richard Monckton Milnes)Editorial Pre-Textos. Valencia (2003). 338 págs. 25 €. Traducción: Julio Cortázar.
Una nota editorial advierte que «los galicismos y formas de lenguaje personales pertenecen al traductor». Se acostumbra el oído muy pronto a esas posibles formas de lenguaje personales y a algún galicismo, pues son de Julio Cortázar, maestro en escribir. Tal vez lo más chocante sea la traducción de remains (Literary Remains del título original) por remanentes. Más literal quizá sea decir restos literarios, aunque más elegante es obra póstuma. De hecho, en la página 293 del libro traducido, Lord Houghton dice: «Keats tenía intención de publicar su poema de fantasía con algún seudónimo ( ) Ni siquiera estaba decidido en cuanto al título que daría a su obra: Cap and Bells (El gorro y los cascabeles) y The Jealousies (Los celos) eran dos que solía mencionar. Cito aquí todo lo que alcanzó a escribir de la obra». No se cita nada en la traducción porque, según Nota del Traductor: «La primera edición de la obra de Lord Houghton incluía los textos que, más tarde, al difundirse ediciones completas de la poesía de Keats, fueron eliminados, como en la versión aquí traducida». De ahí que el título del libro en español no traduzca Literary Remains: no hay.
Puede todo este comentario parecer una minucia, o un capricho erudito. Pero es que publicar este libro y esta traducción no deja de ser un capricho editorial En lo que se refiere a la Vida de John Keats la aportación biográfica de Lord Houghton (1809-1885) es francamente mínima. «El tercer reparo contemporáneo que cabe a esta biografía surge de la demasiado recatada crónica del amor de Keats por Fanny Brawne», escribe el mismo Cortázar en su nota preliminar, y, en cuanto a las Cartas, anota: «Dieciocho cartas de Keats a Fanny B. figuran en versión española de C. Vázquez de Castro: Cartas de John Keats, Editorial Juventud, Barcelona, 1947»; pero no aquí.
El segundo reparo a esta escasa biografía es que hoy está también superada «la estimación de los contemporáneos del poeta». Y el primer reparo es que «carecen ya de vigencia gran parte de los pareceres del autor en materia poética». Lord Houghton publicó su libro a treinta años de la muerte de Keats. «Y conviene señalar que esta biografía no incluye -aparte de los poemas o fragmentos interpolados en la correspondencia de Keats- sus obras capitales. Además de Hyperion, Endymion, Isabella y los restantes poemas extensos, faltan las Odas y la Belle Dame sans Merci»
Así que me parece que sí, que es un capricho editorial incluir este libro en la colección de «Narrativa Clásicos». Sin embargo, hasta para un lector medianamente interesado en el joven gran poeta, su personalidad asoma mejor «en el texto de las cartas de Keats, sutilmente matizadas según escribía» a uno u otro de sus muchos amigos. Es «significativo el índice de tensión lírica que supone una correspondencia tan varia y por la cual puede Keats comunicar y adherir en materia poética con múltiples camaradas ». Porque, realmente, el amor de este joven huérfano, enfermo de tuberculosis -que murió (1795-1821) con apenas 25 años- fue principalmente por sus hermanos -uno de ellos murió poco antes que él- y por sus muchos amigos, salvada esa breve pasión romántica y platónica por Fanny B. En sus cartas, largas, le conocemos mejor y casi bien, y conocemos además al poeta en su quehacer, del que habla continuamente, e intercala en ellas muestras de sus poemas que serán publicados, y también muchos otros versos de circunstancias, espontáneos.
Pedro Antonio Urbina