Carlos Goñi es un autor y divulgador prolífico. Su especialidad es el ensayo filosófico, como en De qué va la filosofía, pero con frecuencia aborda otros campos como la historia, la mitología o la religión. También ha escrito mucho sobre educación con su mujer, Pilar Guembe.
En esta obra breve combina temáticas y presenta un elenco de cincuenta virtudes y las describe con trazos sugerentes, en tres páginas cada una. Gracias a su erudición, acude con frecuencia a los clásicos antiguos y modernos, aunque con preferencia por la Grecia clásica. También saca punta etimológica a muchos conceptos, lo que arroja luces interesantes para comprender nuevos matices.
Goñi se pregunta para qué necesitamos virtudes y su respuesta apunta que son necesarias para “defendernos de la mediocridad, el conformismo, la bajeza moral, el relativismo, el individualismo, la injusticia…”. Las reflexiones sobre los hábitos que analiza son especialmente interesantes e incluso propone, por ejemplo, considerar la atención como una virtud. Aunque habitualmente no se considere que lo sea, en realidad la atención es un hábito indispensable para la comunicación.
Virtudes mínimas para alcanzar la felicidad es una obra sencilla, pero constituye un refrescante texto para pensar las ideas grandes y pequeñas que entretejen nuestra personalidad.