Delphine Horvilleur (Nancy, 1974) escritora y filósofa, es la primera rabina francesa. Formada en la Universidad Hebrea de Jerusalén, ha escrito cerca de una decena de libros sobre diversos temas de la religión hebrea y es una de las principales voces del Movimiento Judío Liberal de Francia.
Ahora recoge su experiencia en esta obra, subtitulada Un tratado de consolación. La autora ha acompañado de cerca a moribundos y familiares, y les ha prestado su apoyo en esa difícil situación, como expresa en estas líneas: “Es saber transmutar la muerte en una lección de vida para los que quedan: saber contar lo que se ha dicho mil veces, pero dar a quien escucha la historia por primera vez claves nuevas para comprender la propia. Esta es mi función. Estoy junto a hombres y mujeres que, en momentos cruciales de sus vidas, necesitan historias”.
Horvilleur desarrolla esta compleja temática a lo largo de once capítulos con una estructura de tres líneas conductoras: historia, reflexión y confesión, a través de las que explica y da sentido a la muerte. Se basa fundamentalmente en los textos sagrados, en recuerdos autobiográficos o en vivencias de personajes reales próximos a la muerte.
El hecho de rememorar historias se convierte en un puente que une la vida y la muerte, y la autora lo hace con delicadeza, inteligencia y valentía, sin huir de la realidad, pero contemplándola desde un ángulo diferente, que es la sensibilidad de la fe. El libro muestra la profunda cultura –tanto religiosa como literaria– de la autora, en la que también hay guiños a la modernidad con referencias a la música o al cine.