Omega. Barcelona (1993). 205 págs. 2.500 ptas.
Después del éxito que obtuvo con su libro Un año en Provenza (servicio 67/93), Peter Mayle continúa relatando su apacible vida en un pueblecito provenzal, con las pequeñas anécdotas cotidianas, sus esporádicos viajes a la urbe y las originales ocurrencias de los lugareños, en un clima de simpática convivencia.
Mayle ilustra con buen humor, perspicacia y suave ironía un relato que podría ser intrascendente y banal a no ser por el gracejo y talante socarrón que le imprime. El estilo, en la misma línea de simplicidad cordial, se adapta certeramente a sus contenidos.
La obra responde a los ideales de contacto con la naturaleza y de rechazo de la civilización urbana. Peter Mayle entona su canto bucólico a favor de la vida natural y espontánea desde una postura bienhumorada, viendo siempre el lado positivo de las cosas. En suma, un libro para leer de corrido o a salto de mata, pero que siempre proporcionará una grata lectura.
Mª Victoria Jiménez Conde