Acento Editorial. Madrid (1998). 248 págs. 1.395 ptas. Traducción: Inés Fernández Arias.
Dos jóvenes adolescentes deciden fugarse de casa por problemas con sus padres. Conocen a un par de heroinómanos y se van a vivir con ellos. El proceso de intoxicación que sufren y el modo de vida que adoptan a partir de ese momento es narrado de manera realista.
Problemas familiares, la curiosidad, la sensación de poder y felicidad que provoca la heroína, el autoconvencimiento de estar por encima de ella y la impotencia de convertir esto en realidad, conforman el hilo conductor de una novela dura. El autor pone en boca de cada uno de los personajes una sensibilidad distinta, que razona, que sabe lo que hace pero que se niega a exteriorizarlo y a asumirlo públicamente. Melvin Burguess ha sabido recrear esta historia sin caer en un explícito tono moralizante y sin dejarse llevar por los excesos de la ambientación lumpen y apocalíptica (como es el caso, por ejemplo, de las novelas de Irvine Welsh, el autor de Trainspotting). Se limita a narrar unos hechos sin más, dejándolos caer de manera inteligente para que después el lector saque sus propias conclusiones.
Miguel Ávila