PS Talents sigue haciendo posible que las buenas ideas lleguen a buen puerto. Son juegos de duración menor y niveles de producción modestos, pero no por ello deben ser subestimados ni ignorados. A Tale of Paper nos lleva a una propuesta minimalista y muy emocional.
Controlamos a Line, un pequeño origami que debe avanzar por una serie de hermosos escenarios. El avance casi siempre es de izquierda a derecha, como los juegos clásicos estilo Mario Bros., mientras solucionamos puzles para poder desbloquear la siguiente pantalla. Todo ello, con muchas plataformas, distintas alturas y enemigos sin piedad. La particularidad aquí es que nunca podremos defendernos, siempre debemos valernos del entorno y nuestro ingenio para protegernos. Por fortuna, conforme avancemos podremos convertirnos en otras formas de papel que nos harán posible superar las dificultades.
Nunca vamos a escuchar una sola palabra ni vamos a ver un cartel que indique por dónde ir, así que debemos exprimir nuestra imaginación para saber cuál es el siguiente paso o la solución a ese extraño puzle.
El minimalismo recuerda a grandes obras como Limbo, y sin duda bebe mucho de juegos similares, pero A Tale of Paper logra tener personalidad propia gracias a una dirección de arte magnífica y unos desafíos muy bien planificados.
Técnicamente, hay que alabar la parte visual. Aunque los diseños son generalmente de colores apagados, hay variedad suficiente y son bastante grandes como para sorprender gratamente. El sonido también es estupendo, con unas músicas muy adecuadas que, además, van cambiando de intensidad conforme vamos acercándonos a los momentos clave. Los textos están en perfecto castellano, costumbre en PlayStation España.
Los problemas llegan de varias partes principalmente: un control que no acaba de responder bien (nada grave, pero sí frustrante en muchas ocasiones) y una sensación de profundidad que no está lograda, lo que hace que, cuando saltemos (y lo haremos mucho), no tengamos muy claro si el salto nos llevará a donde queríamos o nos hará morir y tendremos que intentarlo de nuevo. También hay algunos problemas técnicos, como zonas a las que supuestamente no deberíamos llegar y de las que no podremos salir, por lo tendremos que reiniciar el nivel y volver a empezarlo de cero.
La interpretación de la historia es muy libre, a veces un poco críptica, pero por fortuna no hay contenidos inadecuados para nadie, por lo que lo podrán disfrutar desde los más jóvenes a los adultos.