No dejan de salir juegos para PS VR, algunos desarrollados por estudios españoles con grandes ideas, pero pocos medios para llevarlos a cabo. Por fortuna, plataformas como PlayStation apuestan por estos desarrolladores y les dan los medios que les faltan para que puedan ver sus ideas publicadas y accesibles para todos los jugadores.
Anyone’s Diary es uno de estos juegos y se agradece una apuesta como esta: basado en puzles y de ritmo calmado, la historia se cuenta sin necesidad de textos ni de voces. Anyone es un personaje sin sexo ni edad definida, de ahí su nombre: Cualquiera. Nosotros, gracias a las gafas, le acompañaremos muy de cerca en su viaje emocional. El manejo puede ser tanto con Dualshock 4 como con PlayStation Move; especialmente recomendable este último.
Sin duda hay que destacar los diseños, pensados con colores apagados para evitar contrastes que puedan marear (algunos hay, pero muy contados), y los puzles, muy originales, que nos obligan a observar con calma. No hay voces ni textos, así que hay que entender todo por miradas y gestos.
Y sería un estupendo juego si no fuera por tres graves problemas aún no solucionados: potentes errores que pueden dar al traste con nuestra partida (cuelgues, bucles de muertes, etc.), no hay posibilidad de guardar en ningún momento (no hay ni autoguardado), y falta de estabilidad en la calibración del mando. ¿Qué significa todo esto? Que o jugamos de un tirón sin intención de cambiar de título o no podremos terminarlo. Si reiniciamos por un error, empezaremos de cero como si no hubiéramos jugado nada. Y además, veremos cómo el mando en pantalla se mueve solo y nos juega malas pasadas.
Como experiencia VR se disfruta por su originalidad, pero su corta duración (hora y media a lo sumo) y sus mencionados problemas, pueden hacernos perder la paciencia. En todo caso, gracias a no tener violencia y apenas toques de miedo (muy ligeros), lo puede jugar cualquiera.