Seamos sinceros: si nos dicen que vamos a jugar a un videojuego cuya trama central es la investigación de casos raros y sus respectivos juicios, sin plataformas ni disparos ni nada similar, lo más seguro es que, con respeto, digamos que no. Pero resulta que la saga Ace Attorney logró un hueco en el corazón de miles de jugadores por su atractiva propuesta y la forma de llevarla a cabo, así que fue sacando juego tras juego. Hoy nos llega un recopilatorio con tres de esos títulos: cuarto, quinto y sexto, junto a sus contenidos adicionales y numerosos extras.
Aquí tenemos una serie de novelas visuales cuya función es la de hacernos investigar, entrevistar a muchos personajes y, finalmente, deducir. Eso sí, ayuda mucho haber jugado a los anteriores juegos para poder entender bien todo, pero no es esencial. Lo importante es que somos Apollo, un joven abogado que tiene que vérselas con un caso muy extraño que involucra a Phoenix Wright, el protagonista de esos anteriores juegos. La resolución de los casos se logra a través de las pruebas, su análisis con calma, los interrogatorios, saber qué declaraciones son verdaderas y cuáles no, y llegar a conclusiones, algunas realmente enrevesadas y –por qué no reconocerlo– absurdas. Para rematar el buen trabajo, hay una sensacional galería de extras que es obligatorio ver, entre ellos, composiciones musicales magníficas.
Dado que ahora no tenemos los controles tácticos ni el micrófono que sí hubo en la Nintendo DS, se han cambiado por cursor y botones. No es lo mismo en absoluto, pero el funcionamiento es adecuado. En cuanto a la calidad visual, se ve y escucha de lujo en pantalla grande, y se nota el cariño puesto en que llegasen lo mejor posible.
Entre tanta historia maravillosa, personajes impagables, pruebas y chascarrillos que sacan muchas sonrisas, tenemos una enorme e injusta pega que a estas alturas no se entiende y aleja el recopilatorio de una considerable cantidad de público: todo está en inglés, y eso que el juego se ha traducido a siete lenguas; pero se ve que el español no está entre las prioridades de Capcom, una injusticia que esperamos lleve a sus responsables a la reflexión. O tenemos un nivel alto de inglés o podemos preparar el diccionario para acudir a él sin parar, con la consecuente ruptura de ritmo.
En todo caso, es un recopilatorio fabuloso que hará las delicias de los amantes de las novelas gráficas, personajes surrealistas y conclusiones demenciales. No tiene contenidos desagradables, pero las historias y el inglés lo hacen más recomendable para jóvenes a partir de los 16 años.