Estamos tan acostumbrados en los videojuegos a los mundos abiertos en terrenos firmes, como sucede en Death Stranding o Red Dead Redemption, que se agradecen las apuestas distintas, como Chorus (PEGI 12, aunque la carátula muestra la calificación provisional). Hace lo mismo, pero llevándonos al espacio, sin duda un sitio en el que hay terreno casi infinito para mostrar, y lo hace bien, con variedad de misiones y mucho por descubrir.
El motivo argumental es Nara, una piloto arrepentida de su anterior vida como sicaria, que ahora busca redención y ayudar a los oprimidos. El juego no inventa la pólvora ni lo pretende; de hecho, muchas veces los diálogos son muy poco originales, aunque dan lo mejor de ellos cuando escuchamos los pensamientos de…
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