Nintendo continúa resucitando sus sagas más exitosas y en esta ocasión trae una nueva aventura de Donkey Kong, el mono que revolucionó las plataformas 2D en la época de la Super Nintendo.
El detonante de este periplo simiesco es el robo de la reserva de plátanos de Donkey a manos de una misteriosa tribu que está haciendo estragos en su isla. Tomando el control del propio gorila y de su compañero de fatigas, Diddy, tendremos que liberar su hogar de los invasores haciendo uso de sus formidables habilidades físicas y de alguno de sus amigos animales.
La mecánica es la tradicional del género: avanzar de izquierda a derecha por cada nivel derrotando a los enemigos, evitando los obstáculos y recogiendo objetos a fin de abrir nuevas rutas para seguir avanzando hasta el final. Todo tiene un aire alegre y despreocupado y los retos son asequibles para todas las edades y jugadores, exceptuando quizás la búsqueda opcional de secretos en cada estancia que puede dar algún quebradero de cabeza.
Se puede jugar solo, controlando a la pareja de protagonistas como a un conjunto, o en compañía de otro jugador que controle al pequeño Diddy, y esta segunda modalidad es la mejor para exprimir las posibilidades cooperativas de ambos monos. Los controles son sencillos, responden con precisión y no cuesta adaptarse a ellos.
Técnicamente posee un gran apartado visual y una inspirada banda sonora de jazz. Carece de modo online, que por otra parte no necesita.
En resumen, se trata de un excelente plataformas 2D que hará las delicias de toda la familia y proporcionará horas de diversión por su extensión y variedad. Una destacable revisión de un clásico que vuelve manteniendo su esencia y adaptándose con acierto al presente, y una compra recomendable por el cuidado puesto en todos los elementos.