Aunque la cita anual de F1 sea cada 365 días y haya relativamente poco tiempo para mejoras (las grandes producciones pueden tardar años), lo cierto es que lo aprendido en un año vale perfectamente para el otro, y los aciertos se conservan. Codemasters da muestras de ello y nos entrega un nuevo juego refinado y potenciado. Sabe que no tiene rival en la simulación de F1, pero también sabe que el público es inmisericorde, y lo que hoy es suyo mañana puede ser de otro si ellos no están a la altura.
F1 2020 lo deja bien claro en la portada: es el juego oficial, y lo es por un motivo que no piensan dejar escapar. Torneos, coches, pilotos y todo lo relacionado con la competición está aquí con nombres reales y, aunque siguen siendo escasos, daños visuales. El nivel de personalización y mejora del coche vuelve a ser incomparable, con opciones para todo. El manejo es, de nuevo, si no perfecto, casi. El volante se vuelve a antojar imprescindible para disfrutar al máximo de las increíbles sensaciones de realismo que se alcanzan desactivando las ayudas, aunque se puede seguir manejando con el mando clásico, por supuesto.
Esta vez no se ha descuidado ningún aspecto de la diversión, y hay que aplaudirlo: a los clásicos modos offline (Mi Equipo, Contrarreloj, Grand Prix, Campeonato) y online (competiciones) se suma, por fin, algo que no veíamos desde 2014: la pantalla partida. Seis años después, y tras las numerosas peticiones de toda la prensa especializada y del público, vuelve y se agradece muchísimo. Por ahora es para dos jugadores; esperamos que en la próxima generación, con consolas mucho más potentes, lleguemos a ver hasta cuatro jugadores a la vez.
Técnicamente vuelve a notarse el mimo y cariño hacia cada aspecto: menús amplios pero claros, coches y circuitos perfectamente recreados, y todo debidamente traducido y doblado al castellano. La suma es un sentimiento de que realmente estamos dentro de una competición de máximo nivel.
Quizás algún aspecto sea mejorable, como la IA de los contrincantes, que sigue siendo algo radical en ciertos momentos, y algunos contenidos del juego que prometen estar disponibles en una fecha por ahora desconocida, pero nada que comprometa el contenido importante.
F1 2020 es el juego que los fans merecían, tan difícil y exigente como se desee, gracias a las múltiples ayudas que se pueden poner o quitar. No tiene contenidos inadecuados, por lo que podría ser jugado por cualquiera, pero la propia dificultad del juego lo aleja del público menos especializado. Codemasters se ha vuelto a superar a sí mismo y ya estamos deseando ver de qué será capaz en la nueva generación, en la que, por cierto, seremos mucho más exigentes.