Después de varias entregas con historias más o menos sencillas pero grandes villanos (Pagan Min y Vaas fueron excepcionales), Ubisoft ha decidido primar la verdadera aleatoriedad del mundo abierto. Esta vez los villanos no importan tanto como lo que pasa en él.
Nos vamos al 10.000 a.C. y somos Takkar, un superviviente de la tribu wenja que debe reunir a los que están desperdigados por Oros, lugar ficticio. Para lograrlo es esencial que interactúe con otros hombres que le enseñarán tácticas de caza, supervivencia y dominio de los animales. No hay más historia porque, como decimos, prima sobrevivir en Oros, que no es nada fácil: casi todo lo que se mueve tiene como fin acabar con nosotros, sea hombre o bestia.
Far Cry Primal logra que nos sin…
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