Como último exponente de la década dorada de las aventuras gráficas, los años noventa, Grim Fandango seguía vivo en Internet gracias a las modificaciones de los fans. Ya no hace falta recurrir a vías ilegítimas para disfrutarlo: su creador, con su actual estudio y bajo el paraguas de Sony, lo ha mejorado para disfrute de todos.
Se trata de una historia de crimen y corrupción en el más allá. El agente de viajes Manny Calavera asigna, en función de su bondad en vida, el transporte correspondiente a cada finado para que alcance el noveno cielo. Un trabajo monótono hasta que descubre una trama de corrupción y lucha por hacer justicia en el submundo.
Este peculiar guión está inspirado en el Día de los Muertos mexicano, las tradiciones mayas y el género detectivesco negro de las novelas de Raymond Chandler o clásicos del cine como Casablanca. En manos de otro autor hubiera sido una amalgama de difícil digestión, pero Tim Schafer (autor de títulos tan dispares como Costume Quest 2) logra un balance ideal de drama y comedia con imaginación y diálogos memorables.
Su base mecánica es la de cualquier aventura: explorar, charlar, recoger objetos y usarlos en lugares y momentos específicos. Destaca por ser el primer título del género en tres dimensiones, por lo que rompe con varias convenciones. Para empezar, no muestra menús de acciones en pantalla. Esto se traduce en un esquema de control muy limpio y lógico, con pocos botones, ya que se adapta al contexto. Aunque lo más notorio es la incapacidad para combinar objetos, ya que se emplean por separado.
A pesar de la extraña lógica que entrañan algunos de sus puzles, el juego presenta un reto asequible porque Manny gira su cabeza hacia las partes interactivas de los escenarios para dar pistas al jugador. Esta remasterización pone las cosas aún más fáciles al permitir un movimiento natural del protagonista con respecto al tiro de cámara, un gran avance con respecto a la rotación sobre su propio eje (control “tipo tanque”) del original.
La mejoría se nota también en los modelados tridimensionales (ahora más detallados y con nueva iluminación), en el aprovechamiento de la resolución de cada plataforma, en una mejor compresión de las escenas de vídeo y en la reinterpretación de su pegadiza banda sonora a cargo de la Orquesta Sinfónica de Melbourne. Con todo, no es un producto perfecto: sigue habiendo fallos en momentos puntuales y las direcciones del personaje no se recolocan con soltura al cambiar de plano.
Más allá de las novedades hay poco contenido adicional: una curiosa galería de bocetos que incluye ideas descartadas y unos divertidos comentarios del equipo original, una interesante forma de entender la creación del proyecto y la industria que lo amparó
A falta de una profunda reconstrucción desde cero, esta remasterización es la mejor versión posible del juego y un clásico que soporta el paso del tiempo gracias a su trama y a sus mejoras. Recomendado para fans del cine negro en general y de las aventuras gráficas en particular. Potencia la creatividad, la resolución de problemas y la perseverancia.
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