La franquicia de Sony sobre gente con poderes (una suerte de X-Men sin licencia) llega en exclusiva a PS4 con una entrega más espectacular y menos continuista.
A las afueras de Seattle, el joven Delsin Rowe convive pacíficamente con su tribu de nativos americanos mientras desafía al sistema con sus pintadas. Cuando la tirana de la ciudad ataca a la tribu con su poder de hormigón, Delsin se propone usar su recién descubierta capacidad de asimilar poderes para derrocarla y revertir el daño causado.
La trama no es innovadora pero mantiene el interés con sus giros, personajes carismáticos y posibilidad de enfocarla desde el bien o el mal según los actos del jugador (tanto en la ciudad como en las escenas de vídeo). En ambos casos, el desarrollo narrativo y humano es coherente aunque podría haber más complejidad moral.
Para avanzar en la trama hay que alcanzar objetivos a lo largo del amplio mapa de Seattle. Aparte de esto, se pueden cumplir misiones secundarias y moverse libremente por la ciudad a pie, trepando por el mobiliario y los edificios, o usando poderes. El indicador de karma se llena en un sentido u otro según se opte por matar indiscriminadamente o inmovilizar al enemigo y ayudar a los civiles. Pero no se contemplan acciones como la conducción de vehículos y los daños son limitados.
Los combates contra las fuerzas opresoras son el núcleo del juego. Mientras que los golpes físicos son imprecisos y repetitivos, cada poder (de entre los cuatro disponibles al final) ofrece un amplio abanico de opciones para la defensa, el ataque y el desplazamiento. Dichos poderes se pueden potenciar con los puntos que se recopilan y son lo más espectacular del título: su despliegue de partículas y efectos visuales evidencia el avance tecnológico.
Parte del interés de los combates reside en las limitaciones del protagonista: no resiste demasiado daño (aunque sana en momentos de calma), no puede llevar más de un tipo de poder encima, y necesita absorber el poder deseado desde una fuente cercana (como un cartel luminoso) para equiparlo o recargar sus habilidades. El resto lo ponen los enemigos, con una inteligencia competente y unas habilidades sobrehumanas parejas a las de Delsin. El resultado: trepidantes e imprevisibles combates por tierra y aire.
El despliegue audiovisual es por el momento el referente dentro del sistema: el juego corre fluido a la mayor resolución disponible y pone en pantalla multitud de elementos con acabados realistas y definidos. Su apartado artístico sorprende por la imaginación de los poderes y la mezcla sonora, con un correcto doblaje al castellano, es potente.
En conclusión, si se dispone de una PS4 es una exclusiva a tener en cuenta porque marca la diferencia generacional. Es un título superheroico espectacular y divertido que hará las delicias de los jóvenes.
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