Ion Driver ha sido desarrollado en España, concretamente en Málaga, por un pequeño estudio llamado Moon Whale Studio, claramente influenciado por la fantástica saga de carreras espaciales WipeOut. Sin embargo, aquí la humildad del proyecto enseguida deja ver que este juego da justo lo que puede dar: sencillas carreras para ver quién es el más rápido.
Mientras que en WipeOut teníamos multitud de naves, muchos circuitos, potenciadores y una jugabilidad afinada al máximo, en Ion Driver tenemos lo básico: seis naves, dos circuitos y ningún potenciador; solo algunas zonas en las que el recorrido nos premia con ayudas o nos castiga con peligros que nos pueden matar.
He aquí el principal pero: poder morir, porque será algo que nos pasará con mucha frecuencia, tanta que puede llegar a desesperar. Además, es extremadamente sencillo llegar a zonas donde no deberíamos estar y no poder continuar la carrera, con lo que vemos cómo nuestros contrincantes nos adelantan sin problemas. Tampoco ayuda tener opciones para ajustar las naves, pues no se ofrecen explicaciones ni ejemplos, por lo que al final solo cabe probarlas hasta que les veamos sentido o, directamente, ni tocarlas.
En la parte positiva tenemos un multijugador offline para hasta cuatro jugadores, algo de lo que deberían tomar buena nota muchas desarrolladoras. No admite online, pero se entiende, dado lo humilde del proyecto.
Por desgracia no hay más: sin torneos, historia, modos de juego o cualquier opción que le alargue la vida. Todo se reduce a correr contra la máquina o contra nuestros amigos una y otra vez: quizás de ahí el bajo precio del título. Por todo ello, la vida útil se reduce enormemente.
Técnicamente se mueve sin problemas, siempre fluido, y los dos escenarios son un derroche de imaginación, aunque en algunas zonas pecan de caóticos. El minimapa no ayuda, ya que no tendremos tiempo para mirarlo, porque estaremos centrados en no morir. Lo inexplicable llega del lado de los textos, que están solo en inglés, algo raro tratándose de un desarrollo español.
Ion Driver es un bonito homenaje a una saga clásica de PlayStation, pero le queda mucho por pulir y, ojalá, contenido por recibir. Gustará a los fans de WipeOut y a los que busquen un título de carreras modesto y distinto. Por su enorme dificultad se recomienda solo a mayores de edad.