Un año después de su estreno en la anterior generación de consolas, la sensación de Sony llega a PS4. Siguiendo la actual tendencia, se trata de la mejor versión posible: no solo cuenta con un impresionante acabado sino que incluye todo el material disponible para el original, además de nuevos contenidos y opciones.
No es necesario reiterar la calidad de la campaña de The Last Of Us ni la de su antecesora también incluida, Left Behind: ambas son productos cuidados en sus mecánicas, guion y apartados artísticos. La principal novedad ahora es técnica.
Hay una mayor nitidez general, los contornos están mejor definidos y todo se mueve más fluido sin los puntuales bajones en el rendimiento de que adolece el original. El apartado sonoro también se ha potenciado. En conjunto la mezcla de audio da mayor peso ahora a los diálogos, aunque la mayor innovación es para el sistema de cine en casa. Si se dispone de uno, se puede ajustar la posición de los altavoces desde una sencilla herramienta para que coincida con la disposición de nuestra sala. Una muestra más de la excelencia del desarrollador Naughty Dog que satisfará a los más sibaritas.
Las novedades en cuanto a contenido son dos: por un lado hay nuevos mapas multijugador, y por otro se incluyen vídeos comentados del “Cómo se hizo” para las campañas del juego. En ambos casos se agradece y son interesantes, aunque no especialmente relevantes. El apartado online del juego, aun siendo muy competente, no es de referencia dentro del mercado; y los vídeos ya se pudieron ver con anterioridad en YouTube.
Más curiosas son las innovaciones durante la partida. Obvia es la mayor precisión en los movimientos gracias a las palancas del mando Dual Shock 4, pero no acaba ahí. El mando también reproduce sonidos de la linterna y los registros sonoros del juego, y su luz frontal indica el nivel de salud a través del color.
Otra inclusión notable es el modo de dificultad Realista, que hace honor a su nombre. Con él, los enemigos matan de un tiro, golpe o presa, y la experiencia es más intensa. Y finalmente está el Modo Foto, disponible mediante actualización, que permite congelar un instante en el tiempo pulsando un botón. Entonces, como si de Matrix se tratara, se puede navegar por la escena para encontrar el encuadre perfecto y aplicar efectos de profundidad de campo, coloreado o marco. Una herramienta versátil y creativa.
Ante semejante lote, pocas pegas hay que poner. Si acaso, que la instalación obligatoria de 48 GB no acelera los tiempos de carga de forma radical, aunque ahorra tiempo en comparación con PS3, y que al Modo Foto le cuesta moverse entre personajes secundarios.
Una compra recomendada para mayores de edad que gusten de historias dramáticas, especialmente si no lo jugaron en su momento. Los poseedores de la versión original pueden plantearse venderla para hacerse con esta.